Cada cuatro años, durante unos meses ocurre entre la costa de Indonesia y la costa de Sudamérica un fenómeno llamado “El Niño”, la situación normal, por el contrario, es llamada “La Niña” . El fenómeno “El Niño” consiste en un cambio en los patrones de movimiento de las corrientes marinas en la zona intertropical provocando, una superposición de aguas cálidas procedentes de la zona del hemisferio norte sobre las aguas profundas muy frías.
Cada cuatro años entre los meses de Junio y Noviembre los vientos alisios se debilitan y las aguas cálidas se desplazan hacia la costa Sudamericana, la zona de bajas temperaturas oceánicas se sitúa al lado opuesto, el Indonesia. El afloramiento de aguas profundas de la costa Sudamericana desaparece por la horizontalidad de la termoclina, provocando un anti ciclón en el sudeste asiático y una disminución de presiones en la costa sudamericana. Estas bajas presiones hacen que disminuyan los recursos pesqueros (ya que el afloramiento esta en la costa del sudeste asiático) por la pérdida de nutrientes, esto genera efectos nefastos para la economía de los países a los que afecta, al igual que en la costa Indonesia en la que por la falta de lluvias se pierden las cosechas.
Este fenómeno afecta a las corrientes oceánicas globales o “Cinta transportadora oceánica”. La corriente fría que desciende desde Groenlandia paralelamente a la costa europea y africana. Cuando esta corriente llega al polo sur se divide en dos, una hacia Madagascar y otra continúa en paralelo hasta llegar al Océano Pacífico, la corriente sube hasta el Golfo de Alaska donde la corriente fría asciende a la superficie calentándose, y dirigiéndose hacia Australia. La corriente fría que pasa por Madagascar asciende a la superficie calentándose. La corriente caliente procedente de Australia se une a la corriente caliente que a ascendido en Madagascar, y juntas vuelven por la costa americana hasta Groenlandia donde el agua se enfría y desciende, comenzando así de nuevo.
Cuando “El Niño” ocurre la corriente cálida que avanza desde el Golfo de Alaska hacia Australia se invierte de dirección, afectando a las demás corrientes, y por tanto a climatología mundial, ya que la “Cinta transportadora oceánica” tiene una función reguladora de las temperaturas. Esta función impide que las temperaturas cálidas sean muy cálidas y las temperaturas frías sean muy frías. Si las corrientes oceánicas globales se modificaran, las temperaturas cambiarían. El Ser Humano es la principal causa del efecto invernadero, (emisiones de CO2, CFCs, etc) el cual está provocando el deshielo de los casquetes polares y la modificación de las corrientes oceánicas. Si no conseguimos descender las emisiones de contaminantes a la atmósfera, no podremos evitar el cambio climático, llegaremos a un punto donde serán irreversibles nuestros actos. Aún estamos a tiempo de conciencias a todas las personas para evitarlo.